El bebe estaba en grace peligro
Cuando la manada vio lo que pasó, se dieron cuenta de que este infante estaba en grave peligro y se angustiaron mucho. ¡El agujero era tan pequeño que los adultos no podían entrar para ayudar a este bebé! En el fondo del pozo, había una gruesa capa de lodo, que solo parecía empeorar las cosas. El bebé apenas podía moverse; era como si estuviera plantado en cemento fuerte. Estaba asustado y comenzó a rebuznar en voz alta para pedir ayuda. El resto de la manada se sintió impotente al ver cómo el pequeño luchaba por recuperar el equilibrio. Continuó rebuznando, lo que rompió los corazones de la manada. Sabían que no podían quedarse sin hacer nada; ¡tenían que ayudar!. Esta manada vio a su bebé luchar por su vida. Mientras caminaban de un lado a otro, trataron de encontrar alguna forma de rescatarlo. Sin embargo, el agujero era demasiado profundo. También comenzaron a hacer ruidos y a pedir ayuda a gritos.
El bebe estaba en grace peligro
Los ruidos de los elefantes, necesitaban ayuda
Los elefantes creían que los aldeanos podrían ser alertados si hacían un ruido. Alguien estaba obligado a ayudarlos. Sin embargo, no pareció funcionar, lo que los puso más agitados y ansiosos a medida que pasaban los minutos. El bebé ahora estaba exhausto y estresado más allá de lo creíble. La fatiga comenzó a hacer efecto y quería darse por vencido. Esto fue difícil de ver para los adultos. Ahora estaban desesperados por encontrar ayuda, pero solo podían caminar. Los viejos elefantes sabían que no podían caber dentro de ese agujero para ayudar al bebé a salir. Estos son animales inteligentes, por lo que se dieron cuenta de que podrían empeorar esta situación si lo intentaran. Los minutos se convirtieron lentamente en horas, y los elefantes supieron que esto iba en serio. Se debe hacer algo para salvar al bebé porque su energía se estaba agotando rápidamente. Su mamá ya estaba devastada, y esto podría romperla.
Los ruidos de los elefantes, necesitaban ayuda